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Villa Clara no solo produce azúcar

 Por Ramón Avalos Rodríguez

 Como  está concebido en el desarrollo del programa agroazucarero   del país a la luz de los lineamientos económicos y sociales, Villa Clara    no solo tiene el compromiso de crecer  en la producción del dulce  sino también  en los derivados  que provienen de la caña y de su procesamiento industrial.

 Por ejemplo hasta el momento,   en la presente contienda la provincia  alcanza  una producción de azúcar superior a la de igual fecha de la pasada. Una similar situación  ocurre con la mayoría de  los productos  fabricados a partir del aprovechamiento de las potencialidades de las mieles, el bagazo, el bagacillo y  los residuos de la cosecha, entre otros.

 Actualmente  el sector cuenta con varias  plantas destinadas a la elaboración de miel-urea-bagacillo (MUB) y bagacillo predigerido (BP), rubros donde, aún cuando se aspira a un mayor incremento,   los volúmenes producidos  en lo que va de 2015 asciende a ocho  mil  629 toneladas de ese alimento animal destinadas al ganado, un resultado superior al planificado.

 Según  los especialistas,  ese es un aporte que beneficia el sostenimiento de los rebaños ante  una fuerte sequía,  como ocurrió durante los primeros cinco meses del actual año, período en el que se vio reducida  la existencia de masa verde y el  déficit de comida para los animales.

 La MUB en época de escasez es un alimento muy anhelado  en  la rama pecuaria porque, además de barato, es muy nutritivo  para los rebaños, donde la provincia aspira recuperar aquellos tradicionales niveles de hace veinte años atrás, además del impacto que representa en la sustitución de importaciones.

 Plantas de este tipo operan en los centrales Abel Santamaría, Héctor Rodríguez, Panchito Gómez Toro e Ifraín Alfonso, pero en el mediano plazo se espera, aseguran directivos del sector, al  menos tener una en cada lugar.

 En el central José María Pérez de Camajuaní también   entrará próximamente en operaciones una  planta para  fabricar bloques multinutricionales, una variante  de ensilado y mezclas de miel con urea, y miel con urea más bagacillo, lo cual contribuye al valor agregado de la gestión principal del  ingenio.

 A la nómina de los  derivados relacionados con la alimentación animal, donde también está  la miel "B" destinada a la nutrición porcina,  la empresa azucarera de Villa Clara  produce, además, jarabe de fructosa y diversos tipos de alcoholes junto a la fabricación de ron.

 Otro de los empeños en esta dirección está el cumplimiento de la producción de azúcar refino, rubro en el que la provincia tiene el compromiso de  aportar al país ciento dos mil toneladas, repartidas entre las refinerías George Washington de Santo Domingo, Quintín Banderas de Corralillo y Chiquitico Fabregat, de Remedios.

 Hasta la fecha el volumen producido de ese  alimento  supera las 68 mil toneladas,  siendo este territorio central del país el mayor aportador al programa nacional.    

 Otro de los importantes aportes de la provincia en materia de derivados es el relacionado con  la generación eléctrica, rubro en el que la provincia,  al concluir la zafra, habrá entregado a la red electroenergética nacional más de 20 mil megawatt/hora, un resultado no alcanzado en la historia de este sector  después del triunfo revolucionario.

 Con vistas a elevar esa contribución  al país, cabe destacar la decisión de montar dos plantas bioeléctricas, mediante el uso de la biomasa de la caña, lo cual está previsto en los centrales Panchito Gómez Toro y Héctor Rodríguez entre el 2020 y 2030.

 Como bien se aprecia, al calor del proceso de actualización del modelo económico y social los derivados comienzan a recobrar  su espacio, con capacidad para satisfacer  demandas alimentarias, de energía y salud ambiental.

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