Resultado actual de la zafra azucarera en Villa Clara

 Por Ramón Avalos Rodríguez

 Tras una evaluación diaria sobre la marcha de la actual  zafra, la dirección de la empresa provincial destaca la  necesidad de  incrementar el procesamiento de materia prima, pues el bajo comportamiento de ese indicador de la eficiencia agrofabril  es una de las causas de la deuda acumulada por el sector villaclareño  al superar al cierre de enero las 36 mil toneladas de crudo.

 Como resultado de lo anterior la provincia aprovecha su norma potencial de molida a  un poco más del 45 por ciento, situación  que de no resolverse a partir de la entrada en el mes de febrero pondría en condiciones muy complicado el final de la contienda.

 Según los especialistas, el segundo mes del año cerró  con un  favorable  comportamiento climático y un repunte al aumento  de las molidas en los seis centrales  activados. Restan por  incorporarse el  Perucho Figueredo que  espera  por una mejoría de sus plantaciones y el José María Pérez  ultimando detalles  para iniciar el zafarrancho azucarero este miércoles tres de febrero.

 El Quintín Banderas debe sumarse antes de que concluya el presente mes para completar la nómina de las nueve plantas encargadas de materializar el programa de crudo de la provincia durante la actual zafra.

 Andrés Durán Fundora, director general de la empresa provincial, manifestó que pese a que  la lluvia representa la principal causa del tiempo perdido en la actividad agrofabril, no dejan de existir dificultades  subjetivas ante las cuales  no siempre ha habido una   respuesta inmediata.

 De acuerdo con el directivo, la zafra en el territorio tiene, hasta ahora, no solo el problema de la lluvia, a ello se suma el rendimiento industrial  por debajo de lo previsto por la falta de madurez de la caña, dado al poco frío, a las altas temperaturas y el exceso  de humedad, de manera que la caña ha seguido creciendo  y  activadas sus hojas al final del tallo, expresó.

 Por su parte Jorge Luís Fundora, director de operaciones, agregó que ante esa caída del rendimiento obliga a la provincia a moler  más caña de la planificada, concepto por el cual consume  más de 348 mil toneladas o más de 12  de materia prima por  una de azúcar, todo  lo cual ratifica la necesidad de no desperdiciar ningún trozo  a lo largo de la cadena productiva.

 Precisó que mediante el tiro directo al basculador  se logra una mayor frescura  de la  materia prima y por ende más azúcar, pero se corre el riesgo  de un  aumento del contenido de materias extrañas, un indicador al cual se debe prestar atención desde la cosecha hasta la planta moledora, pues   todos los centrales  sobrepasan  la norma establecida.

 Y, aún cuando esta zafra parece que transitará por un panorama poco favorable y  de cara al cielo, los agroazucareros villaclareños no desisten  en su empeño de ascender  en los  niveles de eficiencia  tan pronto como las condiciones se restablezcan, como ocurre en las últimas jornadas y avanzar gradualmente hacía  la concreción  de la meta final.