Ratifican técnicos azucareros de Villa Clara su apoyo a la zafra 2016 – 2017.

 

 

 Por Ramón Avalos Rodríguez

Al cierre del primer semestre del 2016,  la filial de la Asociación de Técnicos Azucareros de Cuba (ATAC) en Villa Clara marcha con paso seguro,  afirmó  su presidente Félix Hernández Blanco.

 La fuente precisó que los técnicos del sector  cumplen actualmente  un grupo de tareas vinculadas a las reparaciones de los equipos agrícolas y la planta industrial con vistas a la zafra que se avecina, la cual  representa un reto para la provincia que tiene  la ambiciosa meta  de acercarse a las  300 mil toneladas de crudo.

 Otra de las acciones que acomete  la ATAC en el territorio, de conjunto con la empresa azucarera,  es la encaminada a  la preparación de los programas de capacitación,  para la atención a las plantaciones, maquinaria agrícola y fabril durante toda esta  etapa de reparaciones y luego en plena zafra azucarera.

 En este aspecto el presidente de la ATAC insistió en la preparación y capacitación de los trabajadores, que demandan más amplitud de conocimientos ante el desarrollo de la ciencia y la técnica, la entrada de nuevos equipos y maquinarias.

 Y aunque los augurios de crecer en las entregas de materia prima y hacer una zafra eficiente  son favorables, existen potencialidades y reservas por lo que el llamado de la asociación  a todos sus afiliados es  hacer más con lo que se dispone, indicó Hernández Blanco

 Señaló el papel a desempeñar por los más de mil 200 técnicos agrupados en la 36 filiales de base  para apuntalar todo lo referente a la disciplina técnica y tecnológica y su estrecho vínculo con la preparación de los hombres y los medios con el propósito de enfrentar la zafra 2016 – 2017 en condiciones favorables y  contribuir a la materialización  del compromiso productivo de la provincia.

 Una dificultad urgida de respuesta es la reubicación del actual local donde está situada la filial villaclareña, instalación que al pasar a la nueva empresa de alojamiento se han visto dañadas la biblioteca y el local donde sufren un total deterioro  documentos históricos de la industria azucarera de este territorio central del país.