Aunque crece la entrega de tierra en el sector agroazucarero de Villa Clara, no esta exento de dificultades.
Por Ramón Avalos Rodríguez
Hasta la fecha el sector agroazucarero de Villa Clara tiene entregadas cerca de cuatro mil hectáreas de suelos ociosos en usufructo a productores privados dispuestos a trabajarlas, de acuerdo con la información brindada por directivos encargados del control de la tierra en el organismo.
Según la fuente, esas áreas, infestadas en su mayoría por el marabú, se han distribuido entre unas cuatro mil personas naturales y jurídicas, al amparo del Decreto-Ley 259, aún cuando el fondo provincial de las parcelas declaradas ociosas sin entregar al cierre del primer trimestre del 2011 ronda altas cifras.
Actualmente, en el sector agroazucarero villaclareño la superficie supuestamente cultivada, en gran medida no están empleadas, o son subutilizadas, como son aquellas áreas cañeras que no sobrepasan las 20 toneladas por hectárea, lo que indica su demolición.
Aún cuando esta iniciativa se consolida como una alternativa eficaz para el desarrollo cañero que demanda la provincia y rinde sus beneficios, el programa no alcanza los objetivos propuestos, debido a ciertas dificultades que empañan la transparencia del proceso al no disipar viejas y nuevas dudas de los nuevos agricultores, vinculadas a los mecanismos legales y burocráticos existentes.
Para mayor precisión, el hecho de declarar una tierra en explotación no significa que esté dando los resultados productivos esperados, pues un elevado por ciento de los nuevos tenentes de áreas para el cultivo de la caña en Villa Clara no han podido plantar la simiente hasta la fecha dado a las trabas y prohibiciones.
De las mil 580 hectáreas previstas a plantar apenas supera las 700 y algunos propietarios tendrán que esperar hasta el próximo año para ver materializado su compromiso de siembra.
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