Enfrascados los azucareros de Villa Clara por un mejor uso del agua y reducción de la contaminación medioambiental.
Por Ramón Avalos Rodríguez
En la fabricación del azúcar no hay ninguna fase durante la que no se requiera agua en mayor o en menor cantidad. Según los estudios para producir una tonelada de azúcar son necesarias 17 de agua.
Como usted puede apreciar, el agua es la tabla de salvación para la industria azucarera, por ello todo cuanto se pueda hacer por su uso eficiente, nunca sobrará, más cuando también sirve como alternativa energética.
Pero, hay más, las aguas residuales, aquellas que son originadas durante todo el proceso fabril, las que requieren de un tratamiento que evite la contaminación medioambiental.
En respuesta a ello varias son las inversiones que llevan cabo los azucareros villaclareños, según nos comenta Andrés Durán Fundora, director de industria del ramo en la provincia.
Se montan tres plantas para el tratamiento del agua en las fábricas Carlos Baliño de Santo Domingo, Héctor Rodríguez de Sitiecito en Sagua la Grande y Abel Santamaría en Encrucijada, además de la remodelación de todo el sistema de condensado.
Durán Fundora agregó que este programa se ejecuta de conjunto con el Ministerio de Ciencia y Tecnología (CITMA) y que debe concluir en diciembre con las pruebas de los centrales para el inicio de la contienda 2011-2012.
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