Pruebas del cinismo del gobierno norteamericano en el caso de los cinco.

 Por Ramón Avalos Rodríguez

    En el diccionario del gobierno de Estados Unidos y sus acólitos no existen los términos y conceptos ligados a la verdad, responsabilidad, decoro, compromiso, honor, justicia, patriotismo y confianza. Para ellos  el terror, venganza, odio, fanfarronería, la humillación,  mentira, engaño, injusticia  y envilecimiento, entre otras, son las notas predominantes de  los  discursos que no convencen a nadie.

    Y no son las leyes, como  tratan de argumentar esos que por dinero han convertido su corazón en un negocio y sienten solo por los montos jugosos de ganancias que engordan sus miserables bolsillos.

     ¿Qué más fehaciente ejemplo de lo que viene ocurriendo por más de diez años con el caso de los cinco cubanos presos injustamente en cáceles de esa gran nación imperial? ¿Existirá en la historia de la humanidad tanta humillación a hombres que se les ha tronchado la vida por querer  la paz?

    Pruebas suficientes existen. Ocurre ahora con René González a quien pretenden endilgarle un nuevo castigo, luego de cumplir la vil sentencia aplicada por un país que se llama luchador  por la paz y en contra del terrorismo. El sadismo no ha tenido límites, al punto que hasta el señor Obama es premio novel de la Paz,  una deshonra  a la humanidad.

   Tan como se plantea en los diferentes medios internacionales y cubanos, el próximo 7 de octubre René González, uno de los Cinco patriotas cubanos encarcelados en Estados Unidos desde 1998, y condenado a 15 años de prisión por defender la vida de su pueblo contra ataques terroristas, debe ser puesto en libertad por cumplimiento de condena. Ahora el  gobierno de EEUU pretende  impedirle el inmediato regreso a su Patria y su familia, después de haber cumplido hasta el último día de su injusta condena y sin haber recibido beneficio alguno de resentencia.

   Los miserables no tienen fronteras y en ese plano clasifican la fiscal Caroline Heck Millar y su cuadrilla de chupamedias que tratan de sacarle el máximo de ganancias a este gran espectáculo de la mafia

   Todos coincidimos que llegado este momento de poner en libertad a cualquiera de los cinco,  sería casi imposible que la mafia cubanoamericana se quedara tranquila y así se está poniendo de manifiesto con el caso de René.

   La desvergüenza y el cinismo son rasgos que caracteriza a  esa guarida de bestias sanguinarias sin escrúpulos integrado por grupos terroristas que se pasean impunemente por las calles  de Miami y gozan de la más alta estima por el presidente Obama.

  No les ha bastado chantajear a este héroe  con su familia a cambio de no ir a juicio si colaboraba con el gobierno acusando a sus compañeros; no les ha alcanzado presionar a René con su familia al límite de detener y deportar a su esposa Olga Salanueva, a la que además se le ha negado la visa para visitar a su esposo en prisión durante más de una década.

   Habría que preguntarse, entonces ¿Por qué tanto empeña del gobierno norteamericano en seguir castigando a René y su familia?

   Basta ya señor Obama, pregúntese usted mismo si esto que hace hoy  con personas  castigadas injustamente hubiese ocurrido con algunos de sus familiares, e incluso con verdaderos hombres de honor, que también existen en su país, nómina en la que usted no clasifica.

    ¿Cómo es posible que un premio novel de la paz  defienda lo injusto, el indecoro y las tropelías de grupos que por odio a una pequeña isla que lucha por  mantener su independencia y soberanía, actúen al margen de las verdaderas leyes que rigen ese poderoso país?.

   Para usted señor Obama, la respuesta será difícil por estar enyuntado a esos que abogan por el terrorismo como Luis Posada Carriles, la Loba Feroz y todos los demás  acompañantes que beben de la copa de la Apocalipsis mundial.