Primero de mayo en Cuba: mucho que celebrar.

 Por Ramón Avalos Rodríguez

    Ante la cercanía de los festejos por el primero de Mayo, los enemigos de Cuba se alborotan por el escozor que les provoca  ver a un pueblo unido desfilar  con alegría por las calles, reafirmando su defensa al Socialismo y la revolución.

    Este es uno de los pocos países del mundo donde el Primero de Mayo constituye una fecha de compromisos y el escenario para el reclamo del regreso a la  Patria de nuestros cinco héroes presos en Estados Unidos por combatir el terrorismo y contra el bloqueo imperialista.

   El tradicional desfile por el Día Internacional de los Trabajadores  despierta gran interés en la comunidad obrera internacional. Y es lógico que así sea, pues cuando en muchas partes del mundo llegan a esta fecha enfrascados en  continuas batallas en defensa de sus derechos laborales, nosotros los cubanos disfrutamos la gran fiesta proletaria.

 Por esa y otras razones muchas   personas, desde diferentes rincones de la tierra, vienen a celebrar este día   junto a los cubanos al tiempo que les sirve para comprobar   las falacias que difunden los enemigos de la Revolución.

 Al mismo tiempo ese día se convierte para cada cubano  en una  histórica jornada de reflexión en torno a cómo hacer avanzar más el país, y de combate por la defensa de nuestra independencia y soberanía.

 Sobran razones, entonces, para sentirnos contentos, pues cuando en Cuba el Primero de Mayo se convierte en una fiesta de pueblo en lucha por su unidad y defensa de todos sus derechos, en otras partes del mundo no es motivo de fiesta, convirtiéndose  en espacios de intensas protestas en reclamo de sus derechos contra los explotadores y para expresar su inconformidad con la injusticia económica y social que sufre la población en medio de la más brutal corrupción.