Un S.O.S ante el enyerbamiento de las plantaciones cañeras de Villa Clara

 Por Ramón Avalos Rodríguez

   La hierba  constituye uno de los grandes enemigos  de  la producción cañera, calificado también como un gran ladrón de azúcar. Hoy  están creadas todas las condiciones para que las malezas invadan agresivamente las plantaciones de no accionar a tiempo  cada unidad productora.

   Las precipitaciones, que  benefician el crecimiento de la gramínea también  lo hacen de igual manera en la proliferación de las malas  yerbas ante las cuales no puede haber descanso para que no pongan en riesgo el cumplimiento del programa y comprometan el rendimiento agrícola cañero de la provincia, aseguraron los especialistas.

   Frente a la actual situación, casi de emergencia,  se impone atender más que nunca las áreas sembradas para evitar  el peligro que puede conducir  un alto nivel de enyerbamiento de los campos con el consiguiente  deterioro agrícola y su efecto negativo sobre la disponibilidad de esta materia prima para la próxima contienda.

   Digamos, por ejemplo, que la limpia integral en Villa Clara se cumple hasta la fecha al 74 por ciento, dejándose de sanear más de 74 mil hectáreas. Los mayores incumplimientos se concentran en las unidades de atención a los productores  José María Pérez de Camajuaní, Perucho Figueredo de Encrucijada, Héctor Rodríguez de Sitiecito en Sagua y George Washington de Santo Domingo,  nómina a la cual se suman 78 cooperativas.

   Según  las informaciones oficiales de la empresa provincial azucarera, las causas de esos atrasos se sustentan en los incumplimientos de la disciplina tecnológica, pues los insumos para enfrentar este combate contra las malas hierbas han estado asegurados para impedir que las cañas compitan desafortunadamente con la naturaleza.

   También han estado  presentes   problemas con la incorporación de la fuerza  por parte de las Unidades Productoras junto a la ineficiente  explotación y organización de la maquinaria en el Cultivo de Desyerbe.