El 26 de Julio, una celebración necesaria.

  Por Ramón Avalos Rodríguez

     El 26 de Julio de 1953  fue la continuidad de la Guerra Necesaria  concebida por José Martí y  antorcha encendida por  Fidel Castro para alumbrar el camino de la victoria final  del 1ro de Enero de 1959.

     Fue la alameda por donde  la luz de la verdad iluminó  el camino  cierto de un pueblo  ansioso   por  salvar  a la patria de los grilletes que la ataron por muchos años.

     Los dormidos se despertaron  y  como una fragua  su llama   sirvió  para moldear  un presente como  garante del futuro que pensaron aquellos hombres  dispuestos a vencer o morir.

     Y no fue un milagro. De rojo se vistió el suelo patrio este día, color que fertilizó los corazones indetenibles ante aquel  histórico asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes.

      Fueron  las campanadas  de arrebato, aquellas que iniciaron las guerras de independencias contra el yugo español el 10 de octubre de 1968, y surcaron la historia para  advertir  que sus latidos seguían tan vivos como entonces.

     El 26 de julio de 1953  le impuso una nueva dinámica a  las manecillas del reloj   y la brújula del pensamiento revolucionario encabezado por el líder histórico e indiscutible Fidel Castro abrió el sendero luminoso de un pueblo que decidió desde entonces a ser libre o mártir.