A propósito del censo de población y viviendas en Cuba.

 Por Ramón Avalos Rodríguez

   El primer  censo de población  se realizó en 1774 y arrojó un cómputo de 171 628 habitantes, poco más del doble de las personas existentes en 1492  cuando Cristóbal Colón descubrió a Cuba, año en que  residían en la isla un poco más de 60 000 indígenas.

    Durante aquel primer registro oficial, llevado a cabo en  pleno período colonial de dominación española que se extendió por  casi cuatro siglos,  en el archipiélago cubano fueron contados el 56 por ciento de blancos, 29 de negros y casi el 15 de mulatos, respectivamente.

    Es decir, los principales datos de aquel inicial empadronamiento respondían a concepciones de la época racista por su origen, que hoy ni se mencionan en nuestro país, sobre todo en cuanto al color de la piel.

     No fue hasta después de  1841, cuando la cantidad de habitantes en Cuba sobrepasó por  primera vez el millón de personas, concentradas fundamentalmente en La Habana

   Según el censo del 2002,   en el país residían 11 millones  177 mil  743 personas pero según  la última estimación disponible apunta a que en  Cuba  viven 11 millones 241 mil 16. Gracias al actual  padrón que se inició  desde el pasado 15 de septiembre y se extenderá hasta el próximo día 24,  podrán actualizarse las estadísticas sobre las principales características demográficas, económicas y educacionales de la población, así como sus viviendas, aportando informaciones seguras que servirán a la toma de  decisiones en materia económica y social.

  Y al revés de lo que piensan algunos enemigos internos de nuestra revolución, el  objetivo real no es saber quiénes somos sino  cuántos somos y los cuestionarios tendrán una íntegra respuesta.