Azucareros de Villa Clara con el ojo en los rendimientos cañeros.
Por Ramón Avalos Rodríguez
La aspiración de rescatar y superar los tradicionales rendimientos de las plantaciones crea bases que sirven de soporte al desarrollo del programa cañero de Villa Clara.
Luego de un largo período signado por limitaciones y restricciones de recursos materiales y financieros, de bloqueo y mercado que afectaron el desempeño de esta rama en el sector, actualmente cobra fuerza dicha actividad y comienza su despegue, aún cuando no lo hace con resultados espectaculares.
Comienza una resurrección cañera y se observa un cambio aunque no por igual en todas las unidades productoras (UBPC).
En un grupo de ellas se respira un clima más favorable. La caña crece hacia arriba y ascienden los rendimientos, algunas con más de 50 toneladas por hectáreas. En otros casos, los menos, los rendimientos cañeros no tienen igual velocidad, pero el recurso existe.
Actualmente, se destacan unidades productoras que exhiben un excelente desempeño, nómina que encabezan, por ejemplo La Piedra en Quintín Banderas, la 13 de octubre y Humberto Cárdenas en Panchito Gómez Toro, así como algunas CPA como la Hermanos Castillo en Corralillo y Augusto César Sandino en Placetas.
Un elemento que atenta contra los bajos rendimientos cañeros que caracteriza a no pocas UBPC de Villa Clara está en los métodos de manejo del cultivo. Es decir, calidad de las siembras y la semilla, preparación del suelo, control de la maleza, fertilización y cubrir las áreas vacías, entre otros elementos que son parte de una receta que existe desde que Álvaro Reynoso a mediados del siglo XIX escribió sus brillantes ideas de cómo atender la principal fábrica de producir azúcar que es la plantación.
El que hoy los rendimientos de Villa Clara estén a unas 40 toneladas de caña por hectáreas no significa que esté bien, ese es el primer y gran problema. La meta es superar las 54 pero el paso no puede ser el que llevan un grupo de UBPC que aspiran alcanzarla dentro de otro quinquenio. Será tarde para ellas y para la provincia. Ah, de recursos no hablemos, existen y continuarán los suministros, pero de no usarlos bien no habrá la respuesta que se necesita.
Señores, queda mucha maleza por eliminar, no solo en los campos sino también en las mentes de algunos productores y técnicos, justificaciones que no dan caña y respuestas que no están a tono con los Lineamientos.
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