A propósito de la prioridad a la empresa estatal socialista.
Por Ramón Avalos Rodríguez
Aún cuando se habla mucho sobre la empresa estatal socialista como la fórmula fundamental en el modelo económico cubano y las transformaciones que requiere para que juegue ese importante rol, las inquietudes e insatisfacciones sobre el tema continúan ocupando espacios de discusión en los más diversos círculos de opinión pública.
Hay que decir que bajo ese prisma ha sido analizado el tema por la máxima dirección política del país, considerando que esta constituye una de las tareas más difíciles y complejas a enfrentar durante la implementación de los Lineamientos.
Por otro lado también se plantea que el país al promover las diversas formas de gestión no significa una transferencia de la propiedad a manos privadas y no se permitirá, en modo alguno, la concentración de esa propiedad, pues el papel predominante le corresponde a la social.
Ante esas verdades de perogrullo las preocupaciones no son sustanciales y cuentan con un apoyo casi total de los hombres y mujeres que habitan esta pequeña isla del Caribe-
Entonces ¿Dónde están las inquietudes?. Algunos estudiosos e investigadores califican la marcha de la actualización del modelo económico cubano en dos velocidades. Una para el sector no estatal y otra para la empresa socialista.
Aquí es donde está el problema, la incomprensión e impaciencia de las personas, pues las medidas implementadas desde la aprobación de los Lineamientos hace un poco más de dos años han tenido como eje central al sector no estatal, potenciando su funcionamiento.
Se han dado diversas explicaciones, pero lo cierto es que la velocidad a que marchan las medidas en este sector no estatal, que no es la prioridad, se contradicen con el principio de la primacía de la empresa estatal al avanzar a una menor velocidad.
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