Consideraciones sobre la marcha de la actualización del modelo económico.
Por Ramón Avalos Rodríguez
Aún cuando las opiniones son diversas, hay quienes señalan que la implementación de los Lineamientos marcha a un ritmo muy despacio.
Y es que todo proceso, como el que actualmente desarrolla el país, genera ansiedad, incertidumbre y resistencia de muchas personas y diversos sectores. Eso también es natural ante lo nuevo que surge.
Considero que no todos los asuntos marchan a la misma velocidad, unos lo hacen más rápidos que otros, acorde a las circunstancias concretas de cada momento.
Al inicio un grupo de medidas, por ejemplo como las aprobadas para el sector agrícola fueron muy tímidas, pues aún cuando la mayoría de los especialistas coincidían y estaban de acuerdo en eso, se ha extendido el período para su implementación.
Por supuesto, cambiar algunos cuellos de botella en los diferentes sectores tampoco es cosa de cantar y bailar. Pero lo cierto es que la población espera una transformación en su mesa familiar
Hay que reconocer que temas como la comercialización y el status de las UBPC, por citar algunos no han sido resueltos totalmente. Ello puede verse en el resultado de la producción de alimentos que no son suficientes los crecimientos, los precios más que bajar siguen en ascenso, la calidad es insuficiente y las insatisfacciones son crecientes.
Amén de las experiencias, hay otros temas donde todavía queda mucha tela por donde cortar y que exigen mayor ritmo, digamos que en planificación faltan ingredientes, así como ocurre con la autonomía de las empresas, para las cuales la tela se agotó y solo queda un tipo de traje que son la unidades empresariales de base o las llamadas UEB.
Y debemos decir lo siguiente, lo que está ocurriendo en el plano económico es más que una actualización. Los retos y desafíos son inmensos y para contar con el modelo deseado hay que llevar a cabo una profunda cirugía que permita construir una economía productiva y sostenible
No es un secreto que nuestra economía transita en los momentos actuales por una etapa de bajo crecimiento, por lo que el ritmo de expansión económica es claramente insuficiente para tener un efecto significativo inmediato en el nivel de vida de las personas. Entonces el escenario no es muy satisfactorio para lograr revertir algunos de los desbalances más importantes.
Por eso, consideramos que la velocidad tendrá que ir cambiando y las perspectivas dependerán de la habilidad para actualizar el modelo económico en el menor tiempo posible.
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