La producción de azúcar continúa rezagada en Villa Clara

Por Ramón Avalos Rodríguez

    Dice un refrán popular  "Lo que bien empieza bien termina", cosa que no ha sido así para  la producción de azúcar que continúa rezagada en Villa Clara, a partir de los tropiezos que han caracterizado la materialización del programa desde sus propios inicios en diciembre pasado.

    Cada día que pasa se torna más difícil el camino. Entre las peripecias del mal tiempo, las roturas  y las interrupciones operativas, además de otros inconvenientes objetivos y subjetivos, le han imprimido a la contienda un desajuste que la aleja cada vez más de su objetivo supremo.

     Sin pesimismo, no hay nada perdido todavía, pero el tiempo pasa y las deudas continúan en ascenso,  al punto que hasta la fecha ya se han dejado de aportar más de 21 mil 500 toneladas. No olvidemos que el plan es de doscientas 18 mil y al paso que va la cosecha y el procesamiento industrial, solo un milagro de esos que no existen podrían  cambiar la actual situación.

    En los  más recientes análisis, sobre el papel,  parece cumplible la meta de esta zafra, sin embargo cuando entra por detrás, allí en el  propio escenario donde se mueven hombres y equipos, la realidad difiere.

     Sin ánimo de criticar, al contrario, como villaclareño  también nos unimos al deseo de que la provincia cumpla y de sentir ese dulce alegrón que hace varios años no se produce, pero parece como un fantasma que se ha apoderado de los agroazucareros y ningún compromiso vale.

    Hay como duele, dice una canción muy popular y en verdad que es así pero no podemos cerrar los ojos ante una realidad: los agroazucareros no se han podido quitar esa sal de encima que marea la zafra en Villa Clara.

     Febrero marcha velozmente y esos dos indicadores de oro de la campaña: molida y rendimiento, no han respondido a las expectativas. Se hacen muchas cosas para revertir la situación pero al final, ha habido derroche de esfuerzos pero sin el resultado esperado.

   Esperemos que se produzca un cambio, de esos que llegan para bien, por mucho  que falta le hace a la zafra en Villa Clara.