MUEJERES AZUCARERAS A PRUEBA DE TODO.
El sector agroazucarero, aún cuando actualmente muestra un rostro diferente, no goza de sus encantos como otros más atractivos y no son pocas las personas que todavía menosprecian los esfuerzos y consagración que exige.
La mujer forma parte de ese entorno, la que a fuerza de tesón y voluntad, ha vencido todos los tabúes, imponiendo su clase y condición en una labor que entraña sacrificios
Muchas son las féminas que laboran en el sector agroazucarero de Villa Clara. Entre ellas están Oria Santos Clavero y Yanisley Rodríguez Adai, ambas químicas de agua, que conforman un colectivo que también integran en otros turnos Tania y Elina, María Antonia y Marina.
Estas ninfas tienen el encargo de chequear la calidad del agua que a diario entra en las calderas del central Panchito Gómez Toro y contribuir al buen funcionamiento del turbo y con ello incrementar la generación y la eficiencia del vapor, entre otras ventajas.
Otra fémina que se destaca por la labor que realiza como energética de la industria es Dania Mayra Hernández Javier y según informaciones ofrecidas por esta especialista la planta industrial de Panchito Gómez Toro sobrecumplió el plan de generación en 229 megawatt/hora, pues de un encargo estatal ascendente a 3 703 Mw/h lo alcanzado hasta la fecha es de 3 932 Mw/h
Hernández Javier expresó que si el país tuviera que generar esa potencia con fuel oil en plantas termoeléctricas, el consumo en toneladas de hidrocarburos fuera de varios miles de toneladas, importadas a los actuales precios actuales en el mercado mundial, valor millonarios que deja de erogar el país por ese concepto.
A su vez, sería el consumo en un mes de más de 100 mil viviendas, al considerar una media de gasto de 150 kilowatt/hora per cápita.
Estas, como el resto de las féminas que ejercen diferentes funciones en el central Panchito Gómez Toro se distinguen por la disciplina, responsabilidad y la pasión con que ejercen su labor, orgullosas de trabajar en un colectivo que comanda la especialista de sobrada experiencia en los quehaceres del laboratorio Ana Rosa Trujillo escobar.
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