Cerca de su epílogo la zafra en Villa Clara
Por Ramón Avalos Rodríguez
"Ahora si se terminó la zafra", una expresión muy frecuente por estos días cuando las lluvias han hecho de las suyas en la campiña villaclareña.
Y es que la producción de azúcar, a pesar de todo cuanto ha ocurrido en su minimización, continúa preocupando y ocupando a muchas personas, lo cual se explica entre otras razones, por su peso decisivo en la dinámica reproductiva del territorio y el país, y en la definición del patrón histórico de inserción internacional de la economía cubana.
Pero, no hay a que temer. Los agroazucareros tienen muy clara la estrategia en este momento decisivo cuando, al redactar esta información, le faltaban a la provincia apenas cinco mil 600 toneladas métricas de azúcar para completar la cifra pactada en el plan de la campaña.
Al decir de Andrés Durán Fundora, en verdad las lluvias complicaron el final, pero en cada lugar está previsto como conducir las acciones a partir de la normalización de las condiciones climáticas, tregua que tendremos que aprovechar bien.
Las medidas para afrontar las adversas circunstancias, coadyuvarán a una mayor disciplina y control en las labores agroindustriales, lo cual es garantía para que las cuatro plantas que continuarán la cocción del guarapo durante los días que restan muestren un aprovechamiento aceptable de sus capacidades e indicadores de la eficiencia, explicó.
Partiendo de esa idea el pronóstico es reiniciar la zafra y de no ocurrir ningún otro tropiezo con la naturaleza, al término de este fin de semana deberán estar en operaciones los centrales Ifraín Alfonso y Panchito Gómez Toro, en tanto de forma gradual lo harán Héctor Rodríguez y Carlos Baliño, precisó Durán Fundora.
Al entrar la campaña en su momento de mayor exigencia, tanto laboral, tecnológico como organizativo, los retos son superiores y se precisa de un esfuerzo súper extraordinario, más cuando ya el cansancio mella la productividad de los hombres y se hace sentir el desgaste de los equipos.
Villa Clara se mantiene fiel a su renglón emblemático, una industria que aun aporta cerca de un once por ciento al programa del país, y su consecuente expresión en las exportaciones. Son otras razones para no olvidar así como así su importancia y azúcar seguirá produciendo la provincia pero tendrá que ser con más eficiencia.
La noticia esperada se acerca, está casi en el umbral de la anhelada meta. Una señal alentadora y estimulante, luego de varios años sin coronar el dulce sabor del esfuerzo.
Los especialistas de la empresa precisaron que con este resultado la provincia demuestra haber encontrado el camino del cumplimiento, sin espectacularidad pero si con sostenimiento.
Claro, lo que es malo para unos es bueno para otros, pues aunque el deterioro de las condiciones meteorológicas atrasa la molida, beneficia el potencial cañero para la venidera zafra.
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