«La solidaridad en tiempos de huracán»
Por Ramón Avalos Rodríguez
Para nosotros los cubanos la solidaridad constituye uno de los valores que nos hacen grande en cualquier circunstancia. Demostrada infinidad de veces y nuevamente ante el paso del huracán Irma.
Forma parte de las grandes fortalezas con las que contamos y que ha servido para demostrar esa hermandad entre vecinos, familiares y amigos en los momentos de mayor tensión, como estos que vivimos actualmente, difíciles pero acompañados de un gigante “anticiclón” de amor, aliento, confianza, seguridad y esperanza.
Innumerables son las experiencias vividas en las diferentes partes de la geografía villaclareña por estos días cuando un potente fenómeno climático se ensañó con la flora, la vivienda, cubiertas y techos, redes eléctricas y de comunicación en todos los municipios con secuelas mayores en Caibarién, Sagua la Grande, Corralillo, Quemado de Güines, Encrucijada, Cifuentes y Remedios.
Sobran las actitudes de personas que junto a su hogar abrieron sus corazones para acoger a familias enteras y brindarles refugio, o para utilizarlas como instalaciones para prestar un servicio.
Cientos de historias que quedan en el anonimato o perduran en el recuerdo de muchos que compartieron con los más necesitados no solo el dolor ante la pérdida material, el “buchito” de café y el pan de la bodega, sino también un cuarto de la casa mientras los damnificados levantan la suya en ruinas.
Y como tantas muchas veces, también no se hizo esperar la llegada a los territorios más dañados el abrazo y el apoyo imprescindible de brigadas que devuelven la luz, el agua, el servicio telefónico y la sonrisa a barrios y comunidades enteras.
Comienza a flotar ese otro huracán de cientos de hombres y mujeres que se van por semanas, abandonando sus comodidades al saberse útiles y necesarios allí donde el meteoro solo dejó destrucción.
Ahora, desde tierras hermanas la solidaridad se hizo presente y eso nos llena de una inmensa satisfacción para patentizar una frase dicha por alguien alguna vez que los obstáculos no son más que un condimento del triunfo.
0 comentarios