Se va marzo y la zafra de Villa Clara amplia atraso.

 Por Ramón Avalos Rodríguez

   Habitualmente, marzo  se inscribe en el calendario azucarero como el mes más productivo y de mayor rendimiento, bondades que  de ser aprovechadas significará la    utilización de menos caña  para producir una tonelada de crudo,  bajar los costos y elevar la eficiencia  agroindustrial.

    Sin embargo no ocurre totalmente así  en todos los colectivos involucrados en la contienda villaclareña,al estar presentes  fisuras  por donde se escapa el azúcar y  la distancia  del cumplimiento del plan  se hace mayor, pues, prácticamente al cierre de la primera quincena  de este tercer mes el déficit  ronda las 15 mil toneladas que comienzan a pesar por los días que  ya  llevan hombres y equipos  en estos  ajetreos.

    ¿Por dónde se va el azúcar? Por solo mencionar algunos indicadores  está en el  no agotamiento de las mieles finales, las pérdidas en cosecha, la entrada a fábrica de las materias extrañas, el abastecimiento de  volúmenes de caña atrasada, el alto tiempo perdido, algunas indisciplinas, problemas  organizativos y de  exigencia, entre otras dificultades  que por pequeñas que sean  hay que atenderlas.

    No concretan   estabilidad en sus molidas  centrales como el José María Pérez de Camajuaní y los encrucijadenses Abel Santamaría y Perucho Figueredo,  plantas que arrastran de  conjunto un atraso superior a las 14 mil toneladas de azúcar, súmese también  a esta lista  Heriberto Duquesne de Remedios

    La otra cara, la más limpia, la que arrastra la zafra de la provincia está en los ingenios Panchito Gómez Toro, distinguido por su seguridad, el Carlos Baliño, Héctor Rodríguez e Ifraín Alfonso, que cuando se lo propone le saca a la caña el máximo de azúcar.

    Lo cierto es que la campaña, a la altura de la mitad de marzo, reclama un paso doble para todas las fuerzas que intervienen en la misma,   con más premura para  aquellas que no avanzan a la velocidad que se necesita.

    Marzo se va y no aparece ese salto que requiere la contienda. Como dice un refrán campesino el majá está pasando y se hará tarde para darle el machetazo.