Reclama Orlando Lugo Fonte mayor eficiencia en la producción de caña de las CPA y CCS en Villa Clara

 Por Ramón Avalos Rodríguez

          Estamos viviendo una nueva era en la producción de caña, lo cual significa elevar la eficiencia para garantizar los volúmenes necesarios de esa materia prima en la próximas contiendas, fue uno de los reclamos de Orlando Lugo Fonte, presidente de la ANAP nacional,  durante la plenaria con las direcciones de las cooperativas de producción agropecuarias (CPA) y de créditos y servicios (CCS) de Villa Clara dedicadas al cultivo de la gramínea.

          El presidente de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños de Cuba insistió en la necesidad de hacer cumplir  las principales indicaciones sobre la preparación de los suelos, la siembra y el cultivo junto al resto de las atenciones culturales, como garantía para elevar los rendimientos de las plantaciones.

           Lugo Fonte también abordó el tema vinculado a la capacidad y  exigencia de los directivos de las cooperativas,  pues muchas veces de esos hombres y mujeres dependen los resultados alcanzados por los colectivos.

          Los cooperativistas y campesinos de Villa Clara, aún cuando cumplieron sus respectivos compromisos de entrega de caña a la industria en la  pasada zafra, con rendimientos superiores a las 37 toneladas por hectáreas, existen de forma individual unidades por debajo de sus potencialidades.

         Dijo el dirigente campesino que a partir de septiembre no podrán subsistir las  CPA y CCS con rendimientos inferiores a las 30 toneladas por hectáreas, pues ello ocasiona pérdidas irrecuperables a la economía del país

          Por su parte  Orlando Celso García Ramírez, ministro del azúcar, aseguró que no existen dificultades con los suministros de los principales recursos que conforman el paquete tecnológico con destino al cultivo de la caña por lo que instó a todos a luchar contra el factor subjetivo como una de las trabas que podría afectar los avances del sector.

           Precisó el ministro del azúcar que se impone rescatar la disciplina tecnológica, la planificación, la organización, la exigencia y el cumplimiento en la distribución de los ingresos  a tono con los requerimientos previstos en la actualización del modelo económico cubano.