EL SECTOR AZUCARERO EN VILLA CLARA VIVE
Por Ramón Avalos Rodríguez
Aún con las explicaciones dadas hasta ahora la percepción para un grupo de personas con el cambio de ministerio a grupo empresarial constituye la liquidación del sector azucarero y ello es lo que nos obliga esta necesaria reflexión sobre el tema.
La decisión sobre ese cambio estructural surge a partir de los lineamientos económicos y sociales del Partido y la Revolución aprobados en el Sexto Congreso que en nada significa eliminar una esfera económica tan importante para el país, con una historia de varios siglos y parte de nuestra cultura a pesar de los pesares.
Cierto que hoy no contamos con una industria capaz de aportar más de un millón de toneladas de azúcar, esa etapa no volverá. Pero existe potencial en la provincia para acercarse al medio millón con las diez fábricas existentes. Ese es el reto que para el 2015 – 2016 está previsto.
Donde está el principal obstáculo, en la caña y sus bajos rendimientos. Para elevar ese importante indicador y contar con la materia prima suficiente es que la política de atención al sector también ha sufrido un cambio y en hora buena, pues hablando en plata señores, hacia años que la agricultura cañera de Villa Clara y Cuba formaba parte de un ejército maltrecho de la retaguardia, un poco abandonado y dedicando los pocos recursos en programas que correspondían a otros sectores.
Eso ocurrió con la Tarea Álvaro Reynoso, con muchas aristas buenas pero también con sus defectos. Ahora surge una nueva empresa bajo el signo de grupo, pero la base productiva continua, solo que las funciones tienen una mayor delimitación. A cada cual lo que le toca.
Claro, acostumbrados a hablar de grandes zafras y de un aporte casi absoluto a la economía nacional hace que para muchas personas sea incomprensible hoy aceptar que una provincia acostumbrada a esos macroeconómicos resultados azucareros esté planificando otras cifras.
De acuerdo a especialistas en el mercado mundial, los precios de la libra de azúcar contarán durante los próximos diez años con la actual tendencia por encima de los 25 centavos. Eso permite que hacer zafras medianas y pequeñas con altos rendimientos reportan ingresos similares o superiores a las grandes campañas, además de se más eficientes.
Por supuesto que también la estrategia no puede estar atada a producir azúcar, hay que ir más allá, a la industria de los derivados, una asignatura pendiente en el sector.
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