Y de las cooperativas no agropecuarias ¿Qué?
Por Ramón Avalos Rodríguez
Como bien se dice la conformación de cooperativas no agropecuarias forman parte del proceso de actualización del modelo económico en aras de elevar la eficiencia y la productividad, lo cual consta en uno de sus lineamientos.
Por ello, al calor del decreto 309 del 28 de noviembre de 2012, constitutivo del reglamento de las cooperativas no agropecuarias de primer grado, las solicitudes para su creación crecen bajo las diferentes modalidades de integración, es decir, hay un reclamo por este tipo de gestión.
Por ejemplo, en el caso del municipio de Santa Clara, entre las modalidades propuestas están la integración por el aporte dinerario de los aspirantes (procuradores), producción y comercialización de calzado, elaboración y reparación de muebles y colchones, el transporte, la construcción, los servicios y la alfarería.
Durante encuentros sostenidos a propósito del tema, las principales preocupaciones de los interesados por el funcionamiento de la futura organización han estado relacionadas a los obstáculos y barreas sicológicas de la aceptación al cambio por los decisores.
Críticamente, debemos señalar que el proceso de actualización implica un cambio de mentalidad, sin embargo aún existen oídos sordos en la provincia ante la creación de cooperativas no agropecuarias, necesarias implementar por los aportes que brinda a la producción de bienes y servicios.
Y, aún, cuando el presidente Raúl Castro ha planteado en reiteradas ocasiones la necesidad de eliminar todo cuanto frene el desarrollo de las fuerzas productivas, en la práctica continúan las causas que lastran la implementación de estas cooperativas no agropecuarias como vía para elevar la eficiencia y eficacia en el desempeño y calidad de los servicios y la producción.
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